Bordado

Hilos de memoria y creatividad

Un taller que une la creatividad con la memoria y la narración. A través del bordado y el collage textil, los participantes crean piezas que reflejan sus historias, emociones y vivencias. Se trabaja en un ambiente cálido y colaborativo, donde el arte se convierte en un vehículo para compartir experiencias y fortalecer la identidad.

Beneficios:

  • Fortalece la concentración y la memoria.

  • Mejora la coordinación y la motricidad fina.

  • Fomenta la creatividad y la autoexpresión.

  • Genera un espacio de encuentro y socialización.

🧩 Problemáticas que aborda:

  • Falta de actividades manuales estimulantes.

  • Necesidad de espacios de socialización e intercambio.

  • Pérdida de habilidades motoras finas.

Hicimos un Dígalo con Mímica con refranes, y después lo terminé haciendo un domingo en casa con mis hijas y nietos. Todos jugando a algo que propuse yo del taller. La verdad, muy emocionante.

Manuel, 82 años – Rosario

Al principio pensé que iba a ser aburrido, pero me enganché con las consignas de memoria. Ahora hasta anoto cosas para traer al próximo encuentro.

Rodolfo, 79 años - Rosario

Lo que más me gusta es que acá no te tratan como un nene. Las actividades son desafiantes, pero posibles, y eso me hace sentir viva.

- Mabel, 76 años - Rosario

Nunca había hablado tanto frente a otras personas. Acá me animé a contar una historia de mi infancia y sentí que todos me escuchaban de verdad.

- Noemí (Mimí) - Rosario

A veces siento que mi cabeza está igual de olvidadiza, pero la paso tan bien que sé que eso también mejora mi calidad de vida

- Susuna, 72 años - Rosario

Cuando me hicieron hacer un trabalenguas, me salió cualquier cosa. Todos se rieron y yo también. Me di cuenta de que hace años no me reía de mis propios errores… y la verdad, fue un alivio.

- Nélida, 83 años - Rosario

Yo decía que venía al taller para no quedarme sola en casa… y ahora me encontré un grupo que me reta si no aparezco. ¡Me siento más vigilada que cuando tenía 20 y salía a bailar!

- Marti, 75 años - Rosario

Cuando me tocó leer en voz alta, me olvidé los anteojos. Así que improvisé: inventé lo que me parecía que decía. Fue mejor que el texto original, porque todos terminaron llorando de risa.

- Rosi, 77 años - Rosario

Palabras que son testimonios