

Narración Oral
El arte de contar historias
Un espacio donde la palabra cobra vida a través de la narración oral. Se trabajan técnicas de modulación, ritmo y expresividad para que los participantes cuenten historias de manera atrapante y significativa. Contar cuentos no solo es un arte, sino también una forma de compartir experiencias y fortalecer el lazo con los demás.
✅ Beneficios:
Mejora la memoria y la fluidez verbal.
Fomenta la creatividad y la improvisación.
Potencia la expresividad y la capacidad narrativa.
Genera un espacio de interacción y escucha activa.
🧩 Problemáticas que aborda:
Dificultades para hablar en público.
Falta de espacios de narración y oralidad.
Necesidad de fortalecer la memoria y la improvisación.


”Hicimos un Dígalo con Mímica con refranes, y después lo terminé haciendo un domingo en casa con mis hijas y nietos. Todos jugando a algo que propuse yo del taller. La verdad, muy emocionante.”
- Manuel, 82 años – Rosario




”Al principio pensé que iba a ser aburrido, pero me enganché con las consignas de memoria. Ahora hasta anoto cosas para traer al próximo encuentro.”
- Rodolfo, 79 años - Rosario
”Lo que más me gusta es que acá no te tratan como un nene. Las actividades son desafiantes, pero posibles, y eso me hace sentir viva.”
- Mabel, 76 años - Rosario
”Nunca había hablado tanto frente a otras personas. Acá me animé a contar una historia de mi infancia y sentí que todos me escuchaban de verdad.”
- Noemí (Mimí) - Rosario


”A veces siento que mi cabeza está igual de olvidadiza, pero la paso tan bien que sé que eso también mejora mi calidad de vida”
- Susuna, 72 años - Rosario


”Cuando me hicieron hacer un trabalenguas, me salió cualquier cosa. Todos se rieron y yo también. Me di cuenta de que hace años no me reía de mis propios errores… y la verdad, fue un alivio.”
- Nélida, 83 años - Rosario


”Yo decía que venía al taller para no quedarme sola en casa… y ahora me encontré un grupo que me reta si no aparezco. ¡Me siento más vigilada que cuando tenía 20 y salía a bailar!”
- Marti, 75 años - Rosario
”Cuando me tocó leer en voz alta, me olvidé los anteojos. Así que improvisé: inventé lo que me parecía que decía. Fue mejor que el texto original, porque todos terminaron llorando de risa.”
- Rosi, 77 años - Rosario


Palabras que son testimonios
Córdoba 2974, Rosario, Argentina