¿Puede una residencia ganar prestigio estimulando la memoria?

No es magia. Es branding institucional con raíz humanista

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Por Lic. Miriam R. Garbatzky

5/13/20252 min leer

¿Puede una residencia ganar prestigio estimulando la memoria?

No es magia. Es branding institucional con raíz humanista

Por Lic. Miriam R. Garbatzky

¿Se puede lograr que una familia elija una residencia no por su arquitectura, ni por su pileta, ni por su menú gourmet, sino porque “ahí cuidan la memoria”?

Sí. Se puede.
Y cada vez más,
eso es lo que buscan.

🧠 La memoria como marca

Cuando una residencia ofrece talleres, juegos, actividades y propuestas de estimulación cognitiva con sentido, no solo está cuidando la mente del residente. Está comunicando algo más profundo:

  • Que hay un equipo que piensa más allá del ABC médico.

  • Que se respeta la historia de vida.

  • Que no se acepta la apatía como destino.

  • Que se cree en el deseo, aún en la vejez.

  • Que hay un plan, no solo buena voluntad.

Todo eso se traduce en una sola palabra: prestigio.

🏆 ¿Qué instituciones ganan en reputación?

En Rosario, hay residencias de nivel medio que lograron convertirse en referencia del sector no por tener más metros cuadrados, sino por mostrar actividad, alegría, participación, risa real, frases sueltas de residentes que juegan con refranes o que completan un desafío del boletín.

Residencias que implementaron el boletín Desafíos, con un sistema de devolución y seguimiento, comenzaron a ser consultadas por otras instituciones.

Residencias que apostaron a la Validación Institucional empezaron a ser destacadas en notas de prensa local, y mejoraron su tasa de recomendación en más del 60%.

📉 ¿Y las que no estimulan?

  • Se vuelven “una más”.

  • Se estancan.

  • Pierden confianza familiar.

  • Aumentan los reclamos.

  • No generan historia positiva para ser contada.

Recordá: en este rubro, la confianza no se compra. Se construye.

🧩 Cómo se transforma estimulación en prestigio

  1. Darle visibilidad a lo invisible.
    Que los juegos, talleres y actividades se vean. Que estén en la cartelera. En la reunión familiar. En la web. En la narrativa institucional.

  2. Capacitar al personal para que comprenda el impacto.
    No es “una actividad para que se entretengan”. Es un pilar del modelo de cuidado.

  3. Medir y contar resultados.
    ¿Quién participó más este mes? ¿Qué juegos funcionaron mejor? ¿Qué devolución hubo?
    Ese feedback alimenta informes, posteos, boletines.

  4. Vincular la estimulación con la imagen institucional.
    ¿Por qué no usar una frase real de un residente como slogan?
    “Desde que jugamos, me siento más vivo”.
    Eso no lo inventa un publicista. Lo produce una política de cuidado emocional.

  5. Incluir a la familia.
    Enviar actividades para casa. Compartir avances. Generar puentes.
    El familiar que se siente parte,
    comunica positivamente.

💡 La frase que sintetiza el modelo Mnemos

“Una mente estimulada habla bien de quien la cuida.”

La estimulación cognitiva no es un plus. Es una inversión institucional en confianza, narrativa y permanencia.

Y en un rubro donde todo se parece, eso es lo que te distingue.