Validación Institucional Mnemos

El sello que transforma tu residencia en una institución de bienestar

¿Tu residencia es mucho más que un lugar de cuidado?
¿Querés que las familias lo vean, lo sientan y lo elijan por eso?

La Validación Institucional de Mnemos es una certificación premium que distingue a las instituciones que van más allá del estándar. No se trata solo de cuidar, sino de ofrecer una experiencia transformadora para los residentes y sus familias. Un aval profesional, humano y visible que refleja tu compromiso con el bienestar emocional, cognitivo y social de las personas mayores.

🎖️ ¿Qué incluye esta validación?

  • Diagnóstico institucional con indicadores de estimulación cognitiva y salud emocional.

  • Incorporación de nuestros programas exclusivos (juegos, contenidos semanales, talleres, capacitaciones).

  • Sello de Validación Mnemos para usar en tu sitio, folletería y redes.

  • Acompañamiento estratégico y comunicación diferenciada.

  • Inclusión prioritaria en campañas de visibilización y prensa.

🚀 ¿Qué beneficios genera?

  • Diferenciación competitiva frente a otras residencias.

  • Generación de confianza inmediata en familiares y nuevos residentes.

  • Mejora del clima institucional y la motivación del equipo de trabajo.

  • Acceso a una comunidad de innovación gerontológica y formación continua.

  • Posicionamiento como institución de referencia en el sector.


El futuro del cuidado es integral, emocional y profesional.
Tu residencia puede ser parte de esa vanguardia.

👉 Solicitá ahora la Validación Mnemos y obtené el sello que marca la diferencia.

Hicimos un Dígalo con Mímica con refranes, y después lo terminé haciendo un domingo en casa con mis hijas y nietos. Todos jugando a algo que propuse yo del taller. La verdad, muy emocionante.

Manuel, 82 años – Rosario

Al principio pensé que iba a ser aburrido, pero me enganché con las consignas de memoria. Ahora hasta anoto cosas para traer al próximo encuentro.

Rodolfo, 79 años - Rosario

Lo que más me gusta es que acá no te tratan como un nene. Las actividades son desafiantes, pero posibles, y eso me hace sentir viva.

- Mabel, 76 años - Rosario

Nunca había hablado tanto frente a otras personas. Acá me animé a contar una historia de mi infancia y sentí que todos me escuchaban de verdad.

- Noemí (Mimí) - Rosario

A veces siento que mi cabeza está igual de olvidadiza, pero la paso tan bien que sé que eso también mejora mi calidad de vida

- Susuna, 72 años - Rosario

Cuando me hicieron hacer un trabalenguas, me salió cualquier cosa. Todos se rieron y yo también. Me di cuenta de que hace años no me reía de mis propios errores… y la verdad, fue un alivio.

- Nélida, 83 años - Rosario

Yo decía que venía al taller para no quedarme sola en casa… y ahora me encontré un grupo que me reta si no aparezco. ¡Me siento más vigilada que cuando tenía 20 y salía a bailar!

- Marti, 75 años - Rosario

Cuando me tocó leer en voz alta, me olvidé los anteojos. Así que improvisé: inventé lo que me parecía que decía. Fue mejor que el texto original, porque todos terminaron llorando de risa.

- Rosi, 77 años - Rosario

Palabras que son testimonios